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Estás ignorando a tus clientes perfectos sin darte cuenta?
Sé que parece una pregunta rara, pero sinceramente no lo es.
No es raro porque yo lo hice durante años con más de 4 negocios que fracasaron, y todavía lo veo pasar en mi entorno.
En este artículo vos vas a aprender cómo evitar un error común con dos trucos simples.
Con estos trucos podés hacer que tus anuncios hagan lo que se supone que deben hacer: VENDER.
Estás Publicitando a Gente que No Va a Comprar: Porqué?
Imaginá que toda la gente de Montevideo se junta en un cuarto enorme.
Todo tipo de personas, ricas, pobres, viejas, jóvenes, etc.
Supongamos que TENÉS que vender comida a estas personas y satisfacer a todos.
Cómo lo harías?
En general es bastante simple, todos tienen que comer, no?
Bueno, te lo digo de una:
No podés.
La razón por la que no podés venderles comida a todos y satisfacerlos es porque hay todo tipo de personas con diferentes preferencias.
Diferentes enfermedades, diferentes edades, gustos y mentalidades.
Este principio es el mismo cuando publicitás para tu negocio. No podés venderle a todo el mundo y esperar que la gente vea tu anuncio y se ponga en contacto contigo.
Tampoco podés solo mostrar tu negocio para que la próxima vez que necesiten tu servicio te llamen porque vieron tu anuncio hace un mes.
Lo PEOR que podés hacer es publicar un anuncio como este, volviendo al ejemplo de la comida:
“Acá en (Nombre del Restaurante) vendemos todo tipo de comida que puedas imaginar.
¡Son bienvenidos a nuestro Restaurante, sin excepciones!
Acá hay una lista de nuestras ricas comidas:
Hamburguesas.
Pizza.
Todo tipo de carnes.
Panchos.
Ensaladas.
Papas fritas.
Y eso es solo para nombrar algunas. Los esperamos a todos.”
En general, parece un anuncio sólido, no?
Pero realmente no lo es.
Te puedo garantizar que nadie se pondría en contacto ni reservaría una mesa.
Porque es tan vago que nadie pensaría “Fua, esto es para mí! Conocen mi situación y lo que quiero.”
Para que quede más claro, este error del que hablo es la idea equivocada de venderle a todo el mundo.
No juzgo a nadie que le venda a todos, es completamente normal pensar que es el camino correcto.
Si fuera a juzgar a la gente, tendría que juzgarme a mí primero porque lo hice durante años.
Por qué pensamos que venderle a todo el mundo es el camino correcto?
Bueno, es porque nacimos con esa idea, desde que éramos niños vimos en la tele a las grandes empresas publicitando de esta manera.
McDonald's y Salus son para todos, no? Están publicitando para todos los que tienen boca y la capacidad de tragar cosas. (Los perros también cuentan)
La cuestión acá es que estas grandes empresas pueden permitirse gastar millones de dólares en publicidad, literalmente esas cantidades.
Y cuando intentamos copiar lo que hacen, aplicando esa idea de “venderle a todos”; incluso si lo hacemos inconscientemente, no nos sale.
No tenemos millones de dólares para gastar en publicidad, verdad?
Cuanto más plata invertís en anuncios, a más gente podés llegar.
Lo que significa, más dinero = más gente viendo tu anuncio.
Y ese es el palito en la rueda que tenemos acá.
Déjame decirte específicamente por qué venderle a todos es malo para vos.
Qué Pasa Cuando le Vendés a Todos.
Hay muchas desventajas de “venderle a todos”. Pero sin vueltas: es inútil y no te beneficia en nada.
Te voy a mostrar las tres principales razones por las que es malo.
Así que prestá atención.
Cuesta un montón de plata y no te devuelve nada.
Si querés seguir vendiéndole a todas las personas existentes, entonces tenés que gastar un montón de plata en publicidad, de esta manera amontonás un gran grupo de gente diferente.
Asi funcionan las plataformas para publicitar. Más plata = Más alcance.
Entonces, capaz conseguís 2 o 3 personas interesadas que probablemente no compren.
Si querés gastar un montón de plata en anuncios que no van a funcionar, vendele a todos.
No podemos mejorar en ningún aspecto.
Si tenés un anuncio que no funcionó y querés saber por qué, vas a quedarte con la duda.
Por qué? porque al publicitar a miles de cabezas distintas, no podés saber qué falló.
Hay como 200 razones por las que no funcionó. Así que es mucho trabajo y no es nada divertido.
Seamos sinceros, este no es el camino.
La gente no va a comprar.
La gente solo compra cuando siente que podés resolverles un problema.
Ese problema se resuelve con tu servicio o producto.
Esto se reduce a cualquier producto en el mercado que te imagines.
Una barrita de chocolate resuelve el problema de querer algo dulce o levantarte el ánimo.
Una funda para el teléfono resuelve el problema de tener un teléfono con mal aspecto o la seguridad del mismo.
Lo que pasa cuando publicitás a todo el mundo es que nadie va a pensar: “Esto es para mí, conocen mi problema.”
Generás cero impácto.
Siendo este el caso, la gente no tiene ninguna razón para comprarte...
Estas son solo algunas razones a mencionar.
Pero la conclusión final de esta idea es:
La gente no te compra y crear anuncios es una masa por la cual nadie debería pasar.
Ahora te voy a mostrar cómo evitar o solucionar esto para que puedas disparar tus ventas.
Solucionando el Problema de “Venderle a Todos”.
Para solucionar o evitar este problema, necesitás saber unas pocas cosas simples que te voy a mostrar.
Escuchá bien porque te va a servir mucho y no saber esto va a dañar tu negocio sin que te des cuenta.
La solución a este problema, viendo el panorama general es, tener un “sesgo”.
Esto es, en lugar de venderle a la gente deliberadamente, elegimos un grupo específico de personas a quienes venderles.
Estas personas tienen un interés común, un problema común que nuestro servicio puede resolverles.
De esta manera, cuando definís tu sesgo, podés dirigirte a clientes perfectos.
Pero, ¿cómo definís un sesgo?
Acá entran en juego los dos trucos simples que podés aplicar.
1. Entrevista rápida.
En la mayoría de los casos, mis clientes ya tienen una base de clientes con los que trabajaron.
Entonces lo que podés hacer es hacer una pequeña lista de esos clientes, los llamás y les hacés un par de preguntas.
De esta manera definís el sesgo del que estamos hablando.
No te preocupes, acá abajo te dejo un par de preguntas que te van a servir para hacer estas llamaditas y tener una idea general de lo que necesitás saber para definir un sesgo.
2. Investigación rápida.
De nuevo, vas a recurrir a un par de clientes con los que ya trabajaste, PERO esta vez no necesariamente tenés que hablar con ellos.
Sino que, vas a mirar lo que hacen para trabajar o su negocio y luego vas a buscar personas similares a su alrededor, podrían ser sus compañeros de trabajo o sus competidores.
¿Por qué? Porque estás tratando con el mismo tipo de personas que se dedican a lo mismo.
Si tenés un cliente que hace puertas de garaje y necesita marketing, entonces sus competidores podrían necesitar lo mismo.
No solo para ofrecerles un servicio, sino para conocer las respuestas a las preguntas que te voy a mostrar.
Acá están esas preguntas:
En qué industria están?
Qué tipo de personas son; estudiantes? ¿jubilados? ¿propietarios de viviendas?
Qué problema podrían tener que nuestro servicio/producto podría resolver?
Son principalmente hombres o mujeres?
Qué edad tienen?
Dónde viven?
Cómo hablan estas personas?
Cuánta plata ganan?
Sé que algunas de ellas pueden parecer nada útiles, pero creeme, saber esto te permite segmentar una audiencia de muy buena manera.
Lo hice y me sirvió perfectamente.
Una vez que tengas esto, podés revertir todos los males de “venderle a todos” y beneficiarte del poder de tener un sesgo.
Ahora tenés una lista de clientes perfectos.
Si querés que un experto revise tus anuncios para darte una mano, no dudes en mandar un mensaje rápido a nuestro WhatsApp (+598 96 468 491) y pedir ayuda.
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